Poco podemos decir sobre este post, salvo que es un privilegio poder fotografiar a personas tan especiales como las que integra el conjunto musical La Tempestad.
Ésta agrupación, dirigida por la clavecinista Silvia Márquez, es un referente en lo que a música antigua se refiere. Tanto por los años que lleva promocionando la música barroca y clásica, como por los integrantes de la propia agrupación.
En las sesiones fotográficas de música clásica de este tipo, suele haber tres desafíos importantes. El primero, que mientras uno fotografía, no disfruta de de la música y del ambiente.
El segundo, que salvo que las cámaras no sean réflex, el sonido del espejo es tremendamente invasivo. Lo que en muchos casos se escucha en la grabación del concierto, ya que suele haber gran número de micrófonos distribuidos estratégicamente por todo el escenario. Por no hablar del flash, el cual está completamente contraindicado.
El último desafío, es que mientras los músicos fluyen en la actuación, ponen caras y gestos muy particulares, de forma que no posan para nosotros. Por esto mismo, hay que hacer muuuuuchas más fotos de las habituales, para descartar la mayoría.
Si alguien no ha tenido ocasión de poder escucharlos, me permito adjuntar un par de enlaces para que puedan disfrutar de su pasión y profesionalidad. Desde aquí, un fuerte abrazo a todo el conjunto, en especial al viola Antonio Clares.